Iluminación en producción audiovisual.
- Gabriel Fidalgo
- 13 nov 2021
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 21 ene 2022
Bienvenido a este post en el que voy a introducir y explicar más a detalle qué es la iluminación en producción audiovisual. ¡Espero que te sirva para conocer esta materia un poco más!

Imagen de instrumentos obtenida de la página de Productora Audiovisual Barcelona.
La iluminación y la luz.
Lo primero que tenéis que saber es el significado del concepto de iluminación, que puede tener dos significados. Comenzando por el Diccionario de la Real Academia Española, la iluminación tiene varias acepciones, pero las que nos interesan son estas dos:
Acción y efecto de iluminar.
Conjunto de luces que hay en un lugar para iluminarlo o para adornarlo.
Es bastante simple, ¿no? Por ello, lo siguiente que debéis conocer son algunos de los conceptos básicos de la iluminación aplicados a la producción audiovisual. Para poder sacar adelante cualquier producto audiovisual, jugar con la luz es fundamental, al igual que la misma fotografía. A la hora de establecer un plan de rodaje, tenéis que pensar en qué tipo de luz queréis emplear de estos dos tipos:
LUZ NATURAL.
La luz natural proviene de la naturaleza, valga la redundancia. El sol es la fuente más importante de luz y energía natural, por lo que, como os podréis imaginar, es más barata. De hecho, es gratis.
Esta energía natural tiene el inconveniente de que no la podemos controlar, es impredecible, depende de varios factores, como es el tiempo, la estación del año, el clima,… Por ello, se considera una luz cambiante, que no podemos controlar a nuestro antojo. Por lo que tendremos que saber cómo aprovecharla, y, aun así, estaremos a expensas de cómo se dé el día.
LUZ ARTIFICIAL.
Es una fuente producida por el ser humano. La principal son las bombillas o lámparas. Una ventaja de la luz artificial es que la podemos controlar a nuestra voluntad. Con la luz artificial podemos crear un ambiente o atmósfera acentuando la decoración. La luz artificial también puede servir como refuerzo de la luz natural, o como fuente única de luz. Es decir, podemos partir de un decorado con luz natural, y añadirle luz artificial para mejorar la iluminación; podemos partir de la oscuridad, y construir un set de luz completamente artificial.
Además, este tipo de luz nos permite rodar ininterrumpidamente con una situación controlada. Esta es la razón principal por la que se rueda en platós para el cine, las series o los programas de televisión.
Otro concepto básico es la dirección en la que la fuente de luz ilumina la escena. Como podréis imaginar, los resultados son muy diferentes si la luz viene de arriba, de abajo o de lado. Es algo que también debéis tener en cuenta tanto para la estética como para la emoción que queráis transmitir en ese momento.
Los diferentes tipos de luz.
Tanto si rodamos con luz natural como artificial, es muy importante tener en cuenta la temperatura de color. El valor de esta temperatura viene indicado en Kelvin (K) y básicamente determina si las bombillas producen luz cálida o fría. Cada ambiente o escenario necesita de un "color de luz", que viene determinado principalmente por el tipo de producto que vayamos a realizar. Un tono de luz cálido suele crear un ambiente más acogedor y relajado, el tono de luz blanco neutro es más versátil y el tono de luz blanco frio es perfecto para proyectar tensión e incomodidad. En conclusión, vamos a resumirlo en que una fuente de luz puede ser de luz fría o luz cálida.
La luz cálida ronda desde los 2700 hasta los 3500 Kelvin. Este tono de luz lo podemos encontrar en una vela, una bombilla incandescente, etc.
La luz fría oscila entre los 5000 y los 6500 Kelvin. Este tono es lo podemos distinguir en la luz del Sol o un LED que esté a 5.600º K, por ejemplo.
Además de si la fuente es natural o artificial, cálida o fría, existen otros tipos de luz. Se trata de la luz dura y la luz suave. Es lo que se denomina en muchos manuales de fotografía como calidad de la luz.
LUZ DURA.
Si rodamos con luz natural, nuestra fuente principal de iluminación será el Sol. Este nos proporcionará una luz dura cuando el día esté despejado y sin nubes. Por otra parte, en interiores, un buen foco que apunte directamente a la escena es una herramienta indispensable para obtenerla.
La luz dura también nos provee de sombras con un contorno muy definido y, por lo tanto, suele producir mucho contraste dentro del encuadre. Los rayos de la luz dura se dirigen de forma directa hacia el sujeto u objeto a iluminar. Es por esto por lo que sus rayos van en paralelo, formando esas sombras tan definidas.
LUZ SUAVE.
La luz suave da como resultado una imagen con menos contraste, y sombras muy difusas. En exteriores, tendremos luz suave cuando el día esté nublado, también mediante un filtro de luz. En interiores, si usamos luz artificial, podemos conseguirla directamente con fuentes de luz suave, o con una luz dura filtrada con difusores. Es decir, pondremos una “nube” entre el foco y la escena a iluminar.
Otra opción es rebotar la luz dura contra una superficie blanca, dando también como resultado una luz suave, aunque con menos intensidad, ya que no sería directa. Los rayos de la luz suave, al pasar a través de un filtro o venir rebotados a través de una superficie, son dispersos. Por eso, o se pueden producir sombras muy difusas, o no se proyecta sombra alguna.
Hay planos secuenciales que tienen luz dura y otros más suave, porque se han ido rodando a medida que el Sol se movía. Sin embargo, a pesar de que el raccord de luz no sea perfecto, puede pasar desapercibido para el espectador gracias al trabajo de la fotografía, la corrección de color y el montaje. El raccord es una técnica que asegura la coherencia en el cambio de un plano a otro. Es un elemento de enlace creíble mediante efectos visuales, sonoros o de lenguaje, que dan continuidad a la trama.
¿Para qué sirve la iluminación en producción audiovisual?
Las productoras audiovisuales determinan que el objetivo principal de dotar una escena filmada de una buena iluminación en una producción audiovisual es conseguir que la calidad final de la imagen sea la mejor posible. No obstante, la importancia de la iluminación en la producción audiovisual no se limita solo a eso. Algunos de los fines que se persiguen aplicando una u otra iluminación en la producción de imágenes y escenas se podrían resumir del siguiente modo:
Procurar una iluminación adecuada en cualquier circunstancia.
Ofrecer un efecto tridimensional de una imagen plana.
Conseguir crear un efecto visual atractivo para el espectador.
Explotar todo el potencial de la cámara, ya que una cámara de primer nivel requiere de una correcta iluminación para dar lo mejor de sí.
Sabiendo esto, debéis tener claro que, en las producciones audiovisuales, iluminar una escena entraña cierta complejidad y requiere de la debida especialización, la que podéis adquirir realizando un estudio de técnico en iluminación. Es necesario conocer la luz ambiente utilizando en la cámara el parámetro “temperatura de color” y usar el termocolorímetro, un aparato usado en fotografía para medir la temperatura de color de una fuente luminosa. De este modo, podréis determinar el color en el espectro luminoso, comparando con la luz generada por un cuerpo negro.

Para controlar la sombra de los objetos y las personas es fundamental llevar un control del lugar y la hora del rodaje. También, de la posición de todo lo que se va a filmar y la de los escenarios secundarios.
La ejecución del técnico de iluminación.
Otro aspecto que las productoras audiovisuales tienen muy en cuenta es la calidad de la luz, ya que es algo indispensable y su elección dependerá de la sensación que deseemos crear. La luz tenue reduce las sombras de la luz dura y sirve para crear un ambiente un poco más luminoso. La luz fuerte, por su parte, ilumina claramente lo que se pretende, pero también provoca sombras no disimulables. La intensidad lumínica o cantidad de luz, evidentemente, va a serviros para crear escenarios vivos y estables u otros más intimistas. Conociendo estos factores, y dependiendo del tipo de escena que queramos conseguir, se determinará cómo aplicar la luz de la manera más eficiente para que el producto audiovisual sea de mayor calidad.
En la actualidad existe un método de trabajo conocido como el triángulo básico de iluminación que sirve para dar a las escenas la iluminación más adecuada, con sus correspondientes excepciones, claro está. Se trata de colocar un foco de luz fuerte frente a la escena y sobre la cámara, con un grado de inclinación que puede variar de entre 15º y 45º. Después, para reducir las sombras de esta, y de manera opuesta, se coloca una luz suave. Por último, para dar volumen a la escena, colocamos, detrás del objeto o sujeto principal, una luz de contra que, como su propio nombre indica, quedará en contraposición en relación con la luz principal.
El triángulo básico de iluminación es el método de trabajo por excelencia en la iluminación en producción audiovisual, aunque no es extraño encontrar otros muchos juegos de luces capaces de crear efectos profesionales, originales y de calidad. En esta disciplina, como en todas las demás, cada maestrillo tiene su librillo.
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